Dicen que éramos más de 6.000.
Nunca había visto nada igual.
Y esto no ha hecho más que empezar.
El otro día en el Corte Inglés, la cajera, una veinteañera a punto de terminar Gestión y dirección de empesas decía que nunca volveremos a vivir como vivíamos. Yo le dije que no estaba de acuerdo, que depende de nosotros. Entonces ella rebatía diciendo que hay gente muy poderosa muy interesada en que así sea. Yo le dije que no se creyera todo lo que le contaban en la universidad que ellos también son parte. Si queremos no tiene por qué ser así. Un ejemplo fácil es el del Siria: allí uno muy poderoso está muy interesado en que todo sea favorable a el y desfavorable a su pueblo, pero me temo que le quedan horas.
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